Somos cristianos de convicción presbiteriana con tendencia pentecostal y una orientación conservadora. Nos identificamos como cesacionistas moderados, reconociendo que los dones y manifestaciones extraordinarias del Espíritu Santo, si bien tuvieron un propósito fundacional y confirmatorio en la era apostólica, continúan operando poderosamente hoy en la vida de los creyentes para la edificación de la Iglesia, la capacitación para el servicio y la extensión del Reino de Dios. Buscamos una expresión equilibrada y ordenada de estos dones, siempre basada en la sana doctrina y el discernimiento bíblico. Nuestro enfoque es siempre equilibrado y basado en la sana doctrina. Hechos 2:17-18: "Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán." 1 Corintios 12:4-11: "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu; a otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere." Efesios 4:11-13: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo." Romanos 12:6-8: "De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría."

Nos distanciamos de las tendencias de Tercera Ola, Vino Nuevo y Lluvia Tardía, por considerar que algunas de sus prácticas y enseñanzas no se ajustan a la base bíblica, y a menudo priorizan la experiencia sobre la Palabra. De igual forma, no estamos de acuerdo con los movimientos de Reforma Apostólica y Profética (en cuanto a la restauración de oficios apostólicos y proféticos con autoridad fundacional actual), Neopentecostales (en sus expresiones extremas y sin discernimiento) y Guerra Espiritual (en sus exageraciones y desviaciones bíblicas). Asimismo, rechazamos categóricamente las doctrinas de la "Super Fe" (Word of Faith), la confesión positiva y el evangelio de la prosperidad, ya que sus énfasis y prácticas no siempre se encuentran respaldados por la Biblia y a menudo distorsionan el mensaje central del Evangelio, promoviendo el egoísmo y la avaricia. 2 Timoteo 4:3-4: "Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas." 1 Timoteo 6:5-10: "y disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores." Colosenses 2:8: "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo." Mateo 7:15-20: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis."

Creemos firmemente en la Biblia como autoridad, inspiración, inerrancia y revelación de Dios. Consideramos que la Biblia es completamente suficiente y completa en cuanto a la doctrina y el comportamiento de los cristianos sobre el plan de Dios para la salvación y la vida piadosa, y no necesita suplementos basados en la tradición o en supuestas nuevas revelaciones que pretendan tener la misma autoridad que la Escritura. 2 Timoteo 3:16-17: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." 2 Pedro 1:20-21: "entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." Salmo 119:105: "Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino." Deuteronomio 4:2: "No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno."

Nuestro fundamento doctrinal se basa en las cinco "Solas" de la Reforma Protestante: Sola Scriptura (Solo la Escritura): Creemos que la Biblia es la única autoridad infalible de Dios para la fe y la práctica. Isaías 8:20: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido." Mateo 4:4: "Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." Juan 17:17: "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad." Gálatas 1:8-9: "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema." Sola Fide (Solo la Fe): Creemos que la salvación es recibida únicamente por gracia a través de la fe en Jesucristo, sin obras Romanos 3:28: "Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley." Efesios 2:8-9: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." Gálatas 2:16: "sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado." Filipenses 3:9: "y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe." Sola Gratia (Solo la Gracia): Creemos que la salvación es un don inmerecido de Dios, concedido por Su pura gracia. Romanos 11:6: "Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra." Tito 3:5: "no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo," 2 Timoteo 1:9: "quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino conforme a su propósito y a la gracia suya que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos," Juan 1:16-17: "Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo." Solus Christus (Solo Cristo): Creemos que Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, y el único camino a la salvación. Juan 14:6: "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." Hechos 4:12: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." 1 Timoteo 2:5: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre," Hebreos 9:11-12: "Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación; y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención." Soli Deo Gloria (Solo a Dios la Gloria): Creemos que toda la creación y la redención tienen como propósito la gloria de Dios. 1 Corintios 10:31: "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios." Romanos 11:36: "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén." Salmo 115:1: "No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad." Apocalipsis 4:11: "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas." Asimismo, nos adherimos a las Confesiones Históricas Reformadas, como la Confesión de Fe de Westminster, el Catecismo Mayor y Menor de Westminster, el Catecismo de Heidelberg, la Confesión de Fe Española de 1559, y la Confesión de Fe de La Rochelle (1559/1571), que consideramos expresiones fieles de la verdad bíblica y guías para nuestra doctrina y vida cristiana.

Creemos en la Trinidad de Dios según el Credo Niceno, manteniendo una posición cristiana ortodoxa sobre el Ser de Dios. Es importante destacar que, aunque el Credo Niceno (325 d.C.) formalizó la doctrina, la creencia y articulación de la Trinidad ya existía en la Iglesia primitiva; Tertuliano, por ejemplo, usó el término "Trinitas" en latín y desarrolló su teología trinitaria alrededor de 160-220 d.C., siendo uno de los primeros en conceptualizarla explícitamente. Además, afirmamos que la deidad de Cristo es clara en las Escrituras, tanto en Sus propias palabras como en el testimonio de los apóstoles. Jesús mismo se atribuyó prerrogativas divinas (ej. Juan 8:58 – "Antes que Abraham fuese, yo soy"; Juan 10:30 – "Yo y el Padre uno somos", por lo cual intentaron apedrearlo por blasfemia). Los apóstoles, inspirados por el Espíritu Santo, también lo reconocieron explícitamente como Dios (ej. Juan 1:1 – "El Verbo era Dios"; Juan 20:28 – "¡Señor mío y Dios mío!" de Tomás; Tito 2:13 – "nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo"; Filipenses 2:6 – "siendo en forma de Dios"). Compartimos, en gran medida, los principios relacionados con la persona y la obra de Cristo y el Espíritu Santo, que se remontan al Séptimo Concilio Ecuménico de la Antigua Iglesia Cristiana.

Apoyamos el creacionismo bíblico y la naturaleza trifuncional dualista del hombre. Consideramos que las doctrinas del Pecado Original y Depravación Total tienen una base sólida en la Biblia. Génesis 1:26-27: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó." Romanos 5:12: "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;" Efesios 2:1-3: "Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás." Jeremías 17:9: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" 1 Tesalonicenses 5:23: "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo."

En cuanto a la salvación, afirmamos que Dios es absolutamente soberano en la elección y redención de los pecadores, manifestando Su gracia inmerecida conforme a Su propósito eterno. Creemos en la Depravación Total del hombre, que le hace incapaz por sí mismo de volverse a Dios. Sin embargo, en Su amor y misericordia, Dios ofrece la salvación a través de la obra expiatoria de Jesucristo en la cruz, haciendo un llamado genuino a todos a arrepentirse y creer. Reconocemos que la fe y el arrepentimiento son dones de Dios, capacitados por el Espíritu Santo, y que aquellos a quienes Dios ha llamado eficazmente responderán en fe. Abogamos por un equilibrio bíblico entre la soberanía divina y la responsabilidad humana, entendiendo que la salvación es enteramente obra de Dios, pero que requiere una respuesta de fe de parte del individuo, respuesta que es habilitada por la gracia de Dios. Juan 6:44: "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero." Efesios 1:4-5: "según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor, habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad," Romanos 8:29-30: "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó." Hechos 11:18: "Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!" Filipenses 1:29: "Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,"

Creemos que aquellos que verdaderamente han nacido de nuevo nunca perderán su salvación. Afirmamos que los apóstatas nunca fueron salvos, al ser personas que sólo profesan una fe fingida o una religión ceremonial. De igual manera, los falsos maestros y profetas herejes tampoco fueron salvos. Juan 10:28-29: "y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre." Filipenses 1:6: "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;" 1 Juan 2:19: "Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros." Romanos 8:38-39: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."

Defendemos una perspectiva "complementaria" sobre las relaciones entre hombres y mujeres, que no es tradicional ni feminista. Creemos que Dios creó a hombres y mujeres con igual valor y personalidad, y ambos son portadores de Su imagen. Sin embargo, tanto la creación como la redención sugieren que hombres y mujeres tienen funciones diferentes en el matrimonio y en la iglesia. En este sentido, no estamos de acuerdo con la idea de conferir a las mujeres cristianas roles de autoridad o liderazgo en el Ministerio que impliquen pastorear o ejercer autoridad sobre hombres en la iglesia. Génesis 1:27: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó." Gálatas 3:28: "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús." 1 Timoteo 2:11-14: "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión." Efesios 5:22-24: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo."

Consideramos el matrimonio como un pacto santo e indisoluble ante Dios y bajo el orden de Dios, para unir a un hombre y una mujer, y bajo Su orden divino, para unir exclusivamente a un hombre y una mujer, bajo las premisas de unidad (una sola carne), fidelidad y con los motivos de disolución establecidos en la Biblia (adulterio y abandono malicioso por parte de un incrédulo). Reconocemos el matrimonio como el diseño de Dios para la procreación, el compañerismo y la santificación. Génesis 2:24: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne." Mateo 19:4-6: "Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre." Hebreos 13:4: "Honroso sea en todo el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios." 1 Corintios 7:10-11, 15: "Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer... Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios."

Nos oponemos al Papado y a la estructura jerárquica de la Iglesia Católica Romana, así como a los modelos de "protección apostólica y profética" que centralizan el poder y la autoridad en individuos. Abogamos por un gobierno presbiteriano, donde la autoridad de la iglesia reside en un cuerpo de ancianos (presbíteros) que gobiernan en conjunto. Asimismo, comulgamos con un gobierno congregacional donde la asamblea local de creyentes participa activamente en las decisiones y la elección de sus líderes, reconociendo que la autonomía de la iglesia local es fundamental, con numerosos ancianos en puestos de liderazgo que ejercen el pastorado y la supervisión. Hechos 14:23: "Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído." 1 Pedro 5:1-3: "Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey." Hechos 6:3-5: "Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía;" Mateo 23:8-10: "Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo."

Sostenemos el bautismo por inmersión como ordenanza, lo que significa que aquellos que profesan una fe personal creíble en Cristo deben bautizarse. Comulgamos con las perspectivas de la teología del pacto en cuanto al bautismo de infantes, reconociendo las diferentes interpretaciones dentro de la sana doctrina. Aunque aceptamos la fórmula trinitaria según Mateo 28:19, creemos que la fórmula bautismal es "en el nombre del Señor Jesucristo", dado que hay más pruebas bíblicas que hacen referencia a esta fórmula bautismal. Hechos 2:38: "Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo." Romanos 6:3-4: "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva." Colosenses 2:11-12: "En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos." Hechos 8:16: "(porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.)" Hechos 19:5: "Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús."

Creemos que la Santa Cena es una ordenanza del Señor en la que el pan y el vino son símbolos de su obra redentora. Sin embargo, es más que un mero memorial; en este sacramento, confesamos una presencia real del Señor, no de manera física en los elementos, sino una presencia espiritual real y efectiva, por la cual, a través de la fe y la obra del Espíritu Santo, los creyentes son elevados a comulgar con el cuerpo y la sangre de Cristo resucitado en los cielos, recibiendo de Él alimento espiritual y los beneficios de Su sacrificio. 1 Corintios 11:23-26: "Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga." Mateo 26:26-28: "Mientras comían, tomó Jesús el pan, y lo bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados." Juan 6:53-56: "Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él." (Entendido espiritualmente, no literalmente). 1 Corintios 10:16: "La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?"

Creemos que la ley de Moisés no es un medio para la santidad y la justificación. Los 10 mandamientos, así como otros elementos de la ley, ofrecen directrices morales, significado simbólico y principios espirituales para los creyentes cristianos que deben entenderse y aplicarse a la luz del evangelio de la gracia de Dios. Romanos 3:20: "Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado." Romanos 10:4: "Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree." Gálatas 3:24-25: "De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo," Santiago 2:10: "Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos." Mateo 5:17: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir." (Cristo cumplió la ley y la reinterpretó).

No estamos de acuerdo con la práctica de la veneración o adoración de imágenes, la devoción a la Virgen María (más allá de honrarla como la madre de nuestro Señor y bendita entre las mujeres), ni la petición de intercesión a los santos fallecidos, ya que consideramos que estas prácticas carecen de respaldo bíblico y pueden desviar la adoración y la confianza del único Mediador. Rechazamos los esquemas sacramentales en el sacerdocio católico. Aceptamos el sacerdocio universal de los creyentes, así como a Cristo como el único Sumo Sacerdote que intercede por nosotros. Éxodo 20:4-5: "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen," 1 Timoteo 2:5: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre," Hebreos 4:14-16: "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." 1 Pedro 2:9: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;"

Diferenciamos entre el bautismo en el Espíritu Santo, que ocurre en el momento de la conversión y regeneración, uniendo al creyente con Cristo y con el cuerpo de Cristo (la Iglesia), y la llenura continua del Espíritu Santo, que es una experiencia repetible y necesaria para empoderar al creyente para la vida de santidad, servicio efectivo, valentía en el testimonio y ejercicio de los dones espirituales. Afirmamos que todos los dones del Espíritu Santo, incluyendo aquellos descritos como "señales" o "milagrosos" (como lenguas, profecía, sanidades, milagros), son válidos y necesarios en la actualidad para la edificación de la iglesia, la capacitación de los creyentes y la extensión del Reino de Dios. Reconocemos que su manifestación y uso deben ser siempre en orden, para la edificación del cuerpo de Cristo y bajo el discernimiento bíblico, evitando cualquier desorden, sensacionalismo o abuso. Creemos en la soberanía de Dios para obrar de manera extraordinaria a través de Su Espíritu hoy, como testimonio de Su poder y para la gloria de Su nombre. Enfáticamente, toda experiencia espiritual, obra de sanidad o manifestación deben ser evaluados rigurosamente de acuerdo con los estándares bíblicos, enfatizando que el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23) es la prueba más segura de la genuina obra de Dios en la vida de un creyente. Hechos 1:8: "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra." Hechos 2:4: "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." 1 Corintios 14:12: "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia." 1 Corintios 14:39-40: "Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden." Gálatas 5:22-23: "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley."

Expresamos nuestra oposición con la noción de "apóstol y profeta" como funciones actuales que posean el mismo nivel de autoridad fundacional y normativa que los apóstoles y profetas bíblicos originales, quienes sentaron las bases doctrinales de la iglesia (Efesios 2:20). Consideramos que el trabajo misionero y la plantación de iglesias tienen un carácter apostólico (en el sentido de "enviados") para llevar el evangelio a nuevas regiones. En cuanto al don de profecía, afirmamos su vigencia hoy, pero lo distinguimos de la profecía inspirada canónicamente. La profecía contemporánea se limita a amonestar, exhortar, consolar y edificar a la iglesia (1 Corintios 14:3), revelando pensamientos de Dios para situaciones específicas o verdades bíblicas de forma oportuna. La profecía no debe utilizarse para hacer predicciones infalibles del futuro, ni para dar órdenes que anulen la autoridad de la Escritura y siempre debe ser discernida y juzgada por la congregación a la luz de la Palabra de Dios. Efesios 2:19-20: "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo," 1 Corintios 14:3: "Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación." 1 Tesalonicenses 5:20-21: "No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno." Deuteronomio 18:20-22: "El profeta que tuviere la presunción de hablar en mi nombre palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él."

Creemos firmemente en la posibilidad de que la Segunda Venida de Cristo ocurra en cualquier momento (inminencia), lo que nos llama a vivir en constante preparación. Afirmamos que el Milenio (los mil años de Apocalipsis 20) es un reinado espiritual de Cristo en la actualidad, ejercido desde el cielo a través de Su Iglesia. La Segunda Venida de Cristo será un único evento público, visible y glorioso que marcará el fin de esta era, la resurrección general de justos e injustos, el juicio final, y el establecimiento inmediato de los nuevos cielos y la nueva tierra. En este evento, la iglesia será levantada para encontrarse con Él en el aire en Su glorioso retorno, unificándose con Él para la eternidad. No obstante, estamos dispuestos a discutir y analizar otros puntos de vista escatológicos dentro de la ortodoxia cristiana, como el postmilenialismo, reconociendo la libertad en estas interpretaciones secundarias. Rechazamos con fervor el preterismo, ya sea parcial o completo, así como cualquier esfuerzo por anticipar el regreso del Señor o afirmar que la Segunda Venida ya ha ocurrido. Estas ideas están claramente en oposición a lo que se describe en Mateo 24:29-31. Mateo 24:36: "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre." Hechos 1:11: "los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo." 1 Tesalonicenses 4:16-17: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire; y así estaremos siempre con el Señor." Apocalipsis 20:4, 6: "Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años... Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años." (Interpretado espiritualmente). Apocalipsis 21:1-4: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron."

Creemos en el Cielo, tal como lo enseña la Biblia, como un lugar sobrenatural, real y eterno de gozo, paz y descanso para los creyentes en Dios, donde disfrutarán de la comunión perfecta con Él, de la presencia de Cristo y una vida sin pecado, sufrimiento, dolor o muerte. Será la consumación de la redención y la morada eterna de los justos. Y creemos en el Infierno, tal como lo enseña la Biblia, como un lugar sobrenatural, real y eterno de castigo consciente y separación perpetua de la presencia de Dios para aquellos que rechazan a Cristo. Este lugar no fue creado originalmente para la humanidad, sino para el diablo y sus ángeles (Mateo 25:41). Sin embargo, aquellos que persistan en su incredulidad y rechacen el evangelio de Cristo se unirán a ellos, junto con la bestia y el falso profeta (Apocalipsis 20:10), sufriendo la justa ira de Dios por la eternidad. Rechazamos el purgatorio, el universalismo (la idea de que todos serán salvos) y el aniquilacionismo (la idea de que los impíos serán destruidos y dejarán de existir), por considerarlos inconsistentes con la enseñanza bíblica. Juan 14:1-3: "No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis." Apocalipsis 21:4: "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron." Mateo 25:41: "Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles." Apocalipsis 20:10: "Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos." Lucas 16:23-24: "Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama."

Evitamos discusiones que causen división innecesaria o que no sean esenciales para la salvación o la sana doctrina central. Si bien algunos de estos temas pueden ser debatidos con respeto entre creyentes que tienen convicciones diferentes, nuestra prioridad es la unidad en la verdad fundamental del evangelio. Esto incluye, entre otras cosas, el diezmo (reconociendo que es una práctica de mayordomía que debe ser voluntaria y generosa), el uso o no de edificios o templos para reuniones cristianas (reconociendo que la iglesia son las personas, no el edificio), la vigencia o no del pastorado (afirmando el llamado de Dios a pastores y ancianos), el uso del velo por las mujeres durante la oración, y la danza como ministerio o forma de adoración (considerando que la adoración es expresión de cada creyente bajo la guía del Espíritu y el orden bíblico). Fomentamos el estudio bíblico y la libertad de conciencia en estas áreas, siempre que no contradigan la Escritura o promuevan división. Romanos 14:1-4: "Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres para juzgar al siervo ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme." Filipenses 2:2: "completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa." Colosenses 2:16-17: "Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo." 1 Corintios 1:10: "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer."

Afirmamos que la tolerancia cristiana no debe comprometer la defensa inquebrantable de la doctrina cristiana fundamental, el Evangelio y la pureza de la sana enseñanza bíblica. Practicamos una comunión abierta con otros creyentes y cuerpos eclesiales que mantengan los preceptos básicos y ortodoxos de la fe cristiana (expresados en credos históricos como el de los Apóstoles y Niceno), así como los fundamentos esenciales de la doctrina reformada. Nos reservamos el derecho de refutar, amonestar y corregir con amor y firmeza a quienes promuevan cualquier indicio que demuestre ser antibíblico o que se desvíe del marco ortodoxo de la Doctrina Cristiana y de nuestros principios reformados, buscando siempre la restauración y la verdad. Judas 1:3: "Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos." Gálatas 1:6-9: "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema." Tito 1:9: "retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen." Efesios 4:14-15: "para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,"