Nuestro fundamento doctrinal se basa en las cinco "Solas" de la Reforma Protestante:
Sola Scriptura (Solo la Escritura): Creemos que la Biblia es la única autoridad infalible de Dios para la fe y la práctica.
Isaías 8:20: "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido."
Mateo 4:4: "Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."
Juan 17:17: "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad."
Gálatas 1:8-9: "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema."
Sola Fide (Solo la Fe): Creemos que la salvación es recibida únicamente por gracia a través de la fe en Jesucristo, sin obras
Romanos 3:28: "Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley."
Efesios 2:8-9: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."
Gálatas 2:16: "sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado."
Filipenses 3:9: "y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe."
Sola Gratia (Solo la Gracia): Creemos que la salvación es un don inmerecido de Dios, concedido por Su pura gracia.
Romanos 11:6: "Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra."
Tito 3:5: "no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,"
2 Timoteo 1:9: "quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino conforme a su propósito y a la gracia suya que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,"
Juan 1:16-17: "Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo."
Solus Christus (Solo Cristo): Creemos que Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres, y el único camino a la salvación.
Juan 14:6: "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."
Hechos 4:12: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos."
1 Timoteo 2:5: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,"
Hebreos 9:11-12: "Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación; y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención."
Soli Deo Gloria (Solo a Dios la Gloria): Creemos que toda la creación y la redención tienen como propósito la gloria de Dios.
1 Corintios 10:31: "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios."
Romanos 11:36: "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén."
Salmo 115:1: "No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria, Por tu misericordia, por tu verdad."
Apocalipsis 4:11: "Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas."
Asimismo, nos adherimos a las Confesiones Históricas Reformadas, como la Confesión de Fe de Westminster, el Catecismo Mayor y Menor de Westminster, el Catecismo de Heidelberg, la Confesión de Fe Española de 1559, y la Confesión de Fe de La Rochelle (1559/1571), que consideramos expresiones fieles de la verdad bíblica y guías para nuestra doctrina y vida cristiana.